Pelamos las manzanas, las descorazonamos y las cortamos en gajos.
Derretimos la mantequilla en una cazuela o sartén y doramos las manzanas por los dos lados. Cuando estén doraditas añadimos el azúcar y unas cucharaditas de agua, lo suficiente para cubrir ligeramente el fondo de la sartén y que las manzanas absorban el azúcar. Cuando se evapore el agua retiramos del fuego y espolvoreamos con una pizca de canela.
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Autodidacta y apasionada de la cocina, disfruto aprendiendo y preparando nuevas recetas. Bienvenidos a éste, el mundo libre de mi cocina.
¿Qué puedes encontrar en mis recetas? Pues te diría que son una mezcla de los conocimientos adquiridos a través de la cocina tradicional, la de siempre de las abuelas, las técnicas que aprendo de buenos cocineros que me inspiran y a los que admiro, y, como no, de mis propias ideas y forma de hacer las cosas.