Pelamos las manzanas, las descorazonamos y las cortamos en gajos.
Derretimos la mantequilla en una cazuela o sartén y doramos las manzanas por los dos lados. Cuando estén doraditas añadimos el azúcar y unas cucharaditas de agua, lo suficiente para cubrir ligeramente el fondo de la sartén y que las manzanas absorban el azúcar. Cuando se evapore el agua retiramos del fuego y espolvoreamos con una pizca de canela.
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Autodidacta y apasionada de la cocina, disfruto aprendiendo y preparando nuevas recetas. Espero que os guste mi blog, donde comparto mi afición a la cocina con todos vosotros.