Los que me seguís en el blog sabéis lo que me gustan los pasteles salados, así que no os extrañará que comparta uno más con vosotros.
El de hoy, que confieso salió sobre la marcha, es un pastel de calabacín que me gustó especialmente, así que os dejo aquí la forma en que lo hice para que también vosotros podáis prepararlo.
Esta es la receta:
Pastel de pollo y calabacín: los ingredientes
Pastel de pollo y calabacín: como se hace
Limpiamos y secamos bien las pechugas de pollo, las cortamos en trocitos pequeños y las salamos.
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Salteamos el pollo, aliñado con el ajo en polvo, en una sartén con una pizca de aceite. No hay que cocinarlo mucho, lo justo para que cambie de color por ambos lados. Sacamos y reservamos
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Mientras se va cocinando el pollo, pelamos y cortamos los calabacines, también en trocitos pequeños. Los salamos y salteamos, en la misma sartén donde habíamos cocinado el pollo, hasta que no tengan agua y empiecen a estar tiernos.
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Volvemos a incorporar el pollo a la sartén y movemos para que pollo y calabacines queden bien repartidos. Añadimos la leche evaporada y seguimos cocinando hasta que se reduzca y quede una mezcla cremosa pero sin líquido.
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Colocamos las lonchas de beicon cubriendo el fondo y los laterales de una fuente refractaria. Repartimos sobre ellas el contenido de la sartén y cubrimos con queso rallado.
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Metemos al horno, función aire y gratinador, hasta que el pastel de pollo esté dorado.
Servimos caliente.