Esta pastel de calabacín y salmón es otra receta más a sumar a los pasteles de calabacín que ya tengo publicados en el blog, como el pastel de calabacín y langostinos, el pastel de calabacín y pollo, o la quiche de calabacín y queso, que es además una de las recetas más vistas del blog.
Y es que el calabacín es una de las verduras que más consumimos en casa, así que suelo buscar distintas formas de cocinarlo y me gusta, especialmente, preparar pasteles salados con él. El de hoy es superfácil, con un contraste suave de sabores y un interior cremoso, te dejo la receta por si te apetece probarlo:
Pastel de calabacín y salmón: los ingredientes
Pastel de calabacín y salmón: como se hace
1
Pelamos los calabacines y los troceamos, en láminas finas o en cuadraditos.
Pelamos y cortamos la cebolla muy finita.
2
Ponemos aceite en una sartén y, cuando esté caliente, incorporamos la cebolla. Dejamos pochar, a fuego suave, hasta que esté tierna y transparente. En ese momento añadimos los calabacines, movemos, y dejamos al fuego hasta las verduras estén cocinadas y el calabacín haya perdido todo su agua.
3
Mientras se cocinan las verduras comprobamos que el salmón está bien limpio de espinas y lo troceamos en láminas finitas o en cuadraditos. Cuando las verduras estén listas (es importante que no tengan agua), incorporamos el salmón a la sartén, salpimentamos todo, movemos y dejamos al fuego hasta que el salmón empiece a cambiar de color. Añadimos la leche evaporada (o el queso crema) y dejamos al fuego hasta que nos quede una mezcla cremosa.
4
Pasamos el contenido de la sartén a una fuente apta para horno. Cubrimos con una capa generosa de mozzarella rallada (podemos también decorar con unas rodajitas de calabacín) y metemos al horno, función aire y gratinador, hasta que el pastel de calabacín y salmón esté doradito al gusto.