El potaje de garbanzos es uno de esos guisos tradicionales que no pueden faltar en mi casa en tiempo frío. Aunque también lo cocino de esta otra forma, lo cierto es que acompañado de estas albóndigas de bacalao es un plato riquísimo y muy completo. Las albóndigas quedan muy jugosas y con un sabor delicioso, solo tengo que decirte que es lo primero que desaparece del plato de mis hijos!!!
Potaje de garbanzos y albóndigas: los ingredientes
para el potaje:
para las albóndigas de bacalao:
Potaje de garbanzos y albóndigas: como se hace
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La noche anterior a preparar el potaje pondremos a ablandar los garbanzos, los colocamos en un bol amplio y los cubrimos con abundante agua caliente. Al día siguiente los escurrimos, los ponemos en la olla express y los ponemos a cocer en agua con sal y unas hojas de laurel. El tiempo de cocción de los garbanzos dependerá de tu olla, en mi caso son 25 minutos desde que empieza a salir el vapor, pero es mejor que sigas los tiempos que te indica el fabricante de la tuya.
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Mientras se cuecen los garbanzos vamos preparando las albóndigas de bacalao:
Ponemos a remojar las rebanadas de pan en la leche.
En un bol ponemos el bacalao, bien escurrido y que habremos desmigado con las manos. Añadimos el huevo, el diente de ajo muy picadito, perejil y el pan un poco escurrido. Mezclamos muy bien todo. Debe quedar una masa jugosa pero manejable, si nos queda demasiado líquida añadimos un poco de pan rallado, si por el contrario, nos quedara muy espesa, añadimos un poco de leche. Formamos bolitas con la masa, las pasamos por harina y las freímos en aceite bien caliente hasta que estén doraditas. Sacamos y colocamos sobre papel absorvente.
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Troceamos muy fina la cebolla y la ponemos a pochar en una cazuela (mejor si es de barro) con una pizca de aceite caliente. Cuando esté transparente añadimos el tomate frito, movemos y dejamos un par de minutos al fuego. Añadimos también una cucharadita de pimentón dulce y movemos de nuevo. Incorporamos las espinacas, dejamos unos minutos hasta que pierdan el agua y reduzcan y añadimos los garbanzos a la cazuela, cubriendo todo con caldo de su cocción. Subimos el fuego para que rompa a hervir.
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Por otra parte ponemos a tostar el ajo junto con las almendras y, cuando estén dorados los pasamos al mortero. Tostamos ahora las rebanadas de pan y las pasamos también al mortero, junto con el vinagre . Machamos todo junto hasta obtener una pasta.
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Añadimos la pasta del mortero al guiso de garbanzos que tenemos en el fuego. Incorporamos también las albóndigas de bacalao que habíamos reservado y dejamos cocer, todo junto, unos 10 minutos. Si es necesario, añadimos más caldo y rectificamos el punto de sazón. Reservamos tapado, para que repose, hasta el momento de servir.
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Servimos en caliente el potaje de garbanzos con las albóndigas de bacalao, repartiendo en cada plato unas rodajas de huevo cocido.